Existen reglas generales sobre la coloración. Hay tres colores que se definen primarios: el azul, el amarillo y el rojo.
Mezclándolos simultáneamente en partes iguales entre sí, obtenemos el color negro.
La suma de solo dos de estos colores primarios, origina los colores secundarios: el verde, el morado y el naranja.
Azul + amarillo = verde azul + rojo= morado rojo + amarillo = naranja
Variando las proporciones entre dos colores primarios, varía la intensidad del color obtenido y la prevalencia de un color sobre otro.
Para visualizar los diferentes reflejos existentes y obtenibles, se suele utilizar un esquema denominado :
MÉTODO OSWALD
Es una excelente herramienta para tener una indicación de cómo se deben mezclar los productos de coloración para obtener la tonalidad final deseada.
Hay que recordar que esta regla vale de forma absoluta, sólo para la coloración directa mientras que, para la coloración por oxidación, al ser diferentes los factores que concurren en la realización del proceso químico del color, la regla es solo relativa.